3. Fertilizante
El romero necesita un suelo pobre en nutrientes, por lo que no es necesario aplicar fertilizante.
4. Riego
El romero debe regarse con poca frecuencia. Una forma de comprobar si necesita riego es introducir el dedo en la tierra y comprobar su humedad.
5. Insectos
La planta de romero es muy resistente a los insectos y otras plagas, aunque el exceso de humedad puede provocar la aparición y proliferación de hongos, que se presentan en forma de polvo blanquecino.
En este caso, puedes aplicar un poco de aceite de neem, excelente contra hongos e insectos.
6. Poda
Un aspecto que a menudo se pasa por alto en el cuidado del romero es la poda. Las ramas débiles deben eliminarse anualmente; una poda mínima es suficiente para darle a la planta el espacio que necesita.
Si se cuida adecuadamente, la planta de romero pronto se convertirá en un arbusto y puede durar muchos años.
