No usar en exceso si se toman medicamentos anticoagulantes (puede potenciar su efecto).
Evitar en personas con úlceras gástricas graves o gastritis activa.
Las embarazadas deben consultar al médico antes de consumir ajo en grandes cantidades.
No aplicar el aceite en heridas abiertas.
Si aparece irritación en la piel, suspender su uso tópico.
Testimonios y Pruebas de Personas que Han Usado Este Remedio
María, 52 años: “Después de usar el aceite de ajo con clavos durante 1 mes, noté que mis piernas se veían menos inflamadas y el dolor nocturno desapareció. Lo recomiendo.”
José, 60 años: “Sufría de várices desde hace años. Este remedio casero me ayudó a mejorar la circulación y ya no siento pesadez al final del día.”
Ana, 45 años: “Tenía miedo de operarme las várices. Con este tratamiento natural logré reducir la apariencia de las venas y sigo haciéndolo como mantenimiento.”
Estos testimonios reflejan que el uso constante de este remedio sí ofrece resultados reales y puede ser un gran complemento para mejorar la salud venosa.
