Albóndigas de Calabacín: Crujientes por fuera, tiernas por dentro: ¡Un plato delicioso y saludable!

Para una versión más ligera: Precalienta el horno a 180 °C. Coloca las albóndigas en una bandeja para hornear forrada con papel vegetal. Hornea durante unos 20-25 minutos, dándoles la vuelta a la mitad del tiempo para que se doren uniformemente. Si prefieres que queden más crujientes, puedes untarlas con un poco de aceite antes de hornearlas.

5. Servir🍽️

Una vez cocidas, sirve las bolitas de calabacín calientes. Son perfectas solas, pero también puedes acompañarlas con una salsa ligera, como yogur o la clásica salsa de tomate fresco, para un plato sano y sabroso. ¡El contraste entre el exterior crujiente y el interior tierno te conquistará desde el primer bocado!

Consejos y variaciones para unas albóndigas de calabacín perfectas💡

Albóndigas vegetarianas: Para una variedad de recetas, puedes añadir otras verduras, como zanahoria rallada, espinacas o berenjena. Esto hará que las albóndigas sean aún más nutritivas y coloridas.

Horneado: Si prefieres una versión aún más ligera, puedes pincelar las albóndigas con un poco de aceite antes de hornearlas, así conseguirás una textura extra crujiente sin freírlas.

Añade queso: Si te gusta la idea de un centro pegajoso, puedes poner un cubo de mozzarella dentro de cada albóndiga. Una vez cocidas, ¡encontrarás una sorpresa pegajosa dentro!

Salsa para acompañar: Para darle un toque extra, puedes hacer una salsa de yogur con un poco de ajo y jugo de limón, o una salsa picante a base de tomate.