Casi nadie sabe por qué los troncos de árboles se pintan de blanco

Menor incidencia de hongos y enfermedades
La humedad es una de las principales causas de hongos y pudrición en los troncos. Cuando el agua se acumula en pequeñas grietas de la corteza, se crea un ambiente perfecto para el desarrollo de moho y otros microorganismos. La pintura blanca ayuda a evitar ese problema: sella las microfisuras, impide la penetración del agua y al mismo tiempo, siendo porosa, permite que el tronco “respire”. Así, contribuye a mantener la corteza seca y saludable, lo cual es particularmente relevante en regiones muy húmedas.

Protección frente a roedores
En épocas frías, cuando hay escasez de alimento, conejos, roedores e incluso ciervos pueden roer el tronco de los árboles. Este comportamiento puede causar daños serios —incluso llegar a matar la planta. La pintura blanca, junto con la textura que esta aporta y, en algunos casos, la adición de aceites esenciales de menta o ajo, resulta suficiente para ahuyentar a estos visitantes indeseados. Es un método sencillo, eficaz y totalmente natural.