«Se han identificado otros problemas que requieren mayor investigación», afirma la revista.
Los investigadores subrayan que es fundamental realizar una investigación más exhaustiva para comprender plenamente la relación entre la vacunación y estos efectos adversos.
En conclusión,
las vacunas contra la COVID-19 se desarrollaron con urgencia durante una crisis sanitaria mundial.
Tras casi cinco años de datos reales y análisis científicos, comprendemos mejor —aunque esta comprensión sigue evolucionando— los posibles efectos secundarios asociados a estas vacunas.
