Muévete con regularidad.
Estar sentado o de pie durante largos periodos puede provocar rigidez muscular y calambres posteriormente. Para evitarlo:
Tome descansos cada hora para caminar o estirarse.
Cambie de posición regularmente si permanece sentado durante períodos prolongados.
Considere usar un escritorio de pie o un reposapiés para cambiar la presión en sus piernas.
Realizar ejercicios de bajo impacto, como caminar, nadar o andar en bicicleta, promueve una circulación saludable y ayuda a reducir los calambres nocturnos.
Use calzado con soporte.
El calzado adecuado puede prevenir calambres causados por distensiones musculares a lo largo del día. Evite:
Tacones altos
Zapatos completamente planos
Plantillas desgastadas
En su lugar, elija:
Calzado con soporte para el arco
Suelas acolchadas
Plantillas ortopédicas si lo recomienda su médico
Revisa tu postura al dormir.
La forma en que duermes puede influir en la probabilidad de sufrir calambres. Evita dormir con los pies hacia abajo (flexión plantar), ya que esto puede acortar los músculos de la pantorrilla. En su lugar:
