Reduciendo el riesgo de ataque cardíaco:
Estudios científicos han demostrado que las personas que sufren un infarto agudo de miocardio suelen presentar niveles bajos de magnesio. Este mineral ayuda a mantener un ritmo cardíaco estable y previene la formación de coágulos sanguíneos, reduciendo así el riesgo de enfermedades cardíacas.
Mejora la salud muscular y ósea:
El magnesio es esencial para la contracción y relajación muscular, previniendo calambres y espasmos. También promueve la absorción de calcio, fortaleciendo los huesos y reduciendo el riesgo de osteoporosis.
Regulación del sistema nervioso:
Este mineral contribuye a la producción de neurotransmisores que regulan el estado de ánimo y el sueño. Por lo tanto, unos niveles adecuados de magnesio pueden ayudar a reducir el estrés y la ansiedad, y a mejorar la calidad del sueño.
