Uno de los síntomas comunes de la disfunción hepática es el edema , que consiste en una acumulación de líquido en la parte inferior del cuerpo, especialmente en pies y tobillos. Esto puede ir acompañado de una sensación de pesadez o incluso dolor al final del día.
¿Por qué? Porque un hígado debilitado puede interrumpir la circulación sanguínea y causar hipertensión portal , una presión anormalmente alta en las venas que irrigan el hígado. Como resultado, los pies se convierten en testigos silenciosos de un desequilibrio mayor.
Picazón persistente: un mensaje del hígado

La picazón en los pies , a veces intensa y sin sarpullido visible, puede ser señal de un exceso de bilis en el organismo . Esto ocurre especialmente cuando las vías biliares están obstruidas o deterioradas, como en ciertas enfermedades hepáticas colestásicas.
Si este picor aparece a menudo durante la noche, o sin motivo aparente, merece la pena una pequeña revisión.
