4. A menudo sustituyen a las bebidas saludables.
El verdadero peligro reside no solo en lo que bebes, sino también en lo que dejas de beber.
Al consumir refrescos, solemos pasar por alto bebidas ricas en calcio como la leche o las bebidas vegetales enriquecidas. El resultado: una ingesta insuficiente de calcio, esencial para la formación y el mantenimiento de la masa ósea.
Un estudio realizado con adolescentes femeninas también encontró una relación entre el consumo de bebidas carbonatadas y un mayor riesgo de fracturas óseas.
