Dado que se trata de una planta potente y con riesgo de toxicidad en exceso, cualquier uso interno debería realizarse con la orientación de un médico o fitoterapeuta. Las siguientes son formas tradicionales de preparación, a modo informativo:
Infusión (uso interno muy moderado)
• Colocar 1–2 gramos de hojas secas (una pizca pequeña) en 1 taza de agua hirviendo.
• Dejar hervir a fuego muy suave unos 5–10 minutos.
• Apagar y reposar otros 5 minutos.
• Colar y beber lentamente.
Uso tradicional:
• Máximo 1–2 tazas al día, por pocos días, observando siempre la reacción del cuerpo.
• No usar como tratamiento prolongado sin supervisión profesional.
Cataplasma de hojas frescas (uso externo)
• Lavar bien las hojas.
• Machacarlas hasta formar una pasta.
• Aplicar en la zona limpia de piel afectada (heridas leves, golpes, picaduras, zonas inflamadas).
• Cubrir con una gasa o paño limpio y dejar actuar 15–20 minutos.
• Retirar y lavar con agua tibia.
Decocción para compresas
• Hervir un puñado pequeño de hojas en 2 tazas de agua durante 10–15 minutos.
• Dejar entibiar y colar.
• Empapar un paño limpio y aplicar sobre zonas inflamadas, articulares o musculares por 15–20 minutos.
⚠️ Riesgos, Efectos Secundarios y Precauciones
La Euphorbia hirta no es una planta “suave”. Su látex y sus compuestos internos pueden causar reacciones adversas si se usa mal o en exceso. Ten en cuenta:
• Puede provocar náuseas, vómitos, dolor abdominal o diarrea si se toma en grandes cantidades.
• El látex y los extractos concentrados pueden irritar la piel y las mucosas.
• El uso inadecuado en ojos, boca o heridas abiertas puede ser peligroso.
• En altas dosis puede resultar tóxica.
Personas que deben evitarla o usarla solo bajo control estricto:
• Mujeres embarazadas o en período de lactancia.
• Niños y niñas.
• Personas con enfermedades crónicas (cardiovasculares, renales, hepáticas, autoinmunes).
• Personas que toman medicamentos para presión, azúcar, coagulación u otros fármacos de uso continuo.
