Este plato histórico fue creado, al parecer, en 1935 por Cesare Simmi, propietario del restaurante Il Colonnato, a petición del futuro Papa Pío XII, Eugenio Pacelli. El entonces cardenal solicitó específicamente un plato de pasta especial para que los invitados extranjeros lo degustaran, y así nació la papalina, inspirada en la más famosa carbonara, pero elaborada con ingredientes más ligeros y un sabor más delicado.
Nos ceñimos a la receta clásica, pero los fettuccine alla papalina también se pueden enriquecer con guisantes o crema líquida. En cualquier caso, el resultado será un plato cremoso y delicioso, ideal para servir bien caliente en un almuerzo familiar o una cena agradable con amigos.
