Verter la mezcla en el molde: Una vez que el caramelo se haya endurecido un poco, vierte cuidadosamente la mezcla de flan sobre el caramelo en el molde.
Cocinar al baño maría: Coloca el molde de flan dentro de una bandeja para horno profunda y llénala con agua caliente hasta que llegue a la mitad del molde. Esto asegurará una cocción suave y pareja. Hornea el flan en un horno precalentado a 180°C durante unos 60 minutos o hasta que al insertar un cuchillo en el centro, salga limpio.
Dejar enfriar: Retira el flan del horno y déjalo enfriar a temperatura ambiente. Luego, refrigéralo durante al menos 4 horas, preferiblemente toda la noche, para que adquiera la textura perfecta.
Desmoldar y servir: Pasa un cuchillo por los bordes del molde para despegar el flan. Coloca un plato grande sobre el molde y voltéalo con cuidado para que el flan caiga sobre el plato, dejando que el caramelo cubra la superficie.
Dicas para el Flan de Leche Condensada
A continuación, te dejamos algunos consejos para asegurarte de que tu flan de leche condensada quede perfecto:
Caramelo dorado pero no quemado: El caramelo es uno de los elementos clave del flan. Es importante no dejar que se queme, ya que su sabor puede volverse amargo. Mantén un ojo atento mientras lo preparas y retíralo del fuego tan pronto como alcance un tono dorado claro.
Baño maría perfecto: Para una cocción uniforme, asegúrate de que el agua del baño maría esté caliente pero no hirviendo en exceso. Esto evitará que el flan se cocine demasiado rápido en los bordes y quede crudo en el centro.
Tiempo de refrigeración adecuado: Aunque puede ser tentador comer el flan inmediatamente, es fundamental dejarlo reposar en la nevera durante varias horas. Esto permite que adquiera la consistencia adecuada y que los sabores se integren.
