🧠 El primer éxito
1826 o 1827 – Nicéphore Niépce logró la primera fotografía permanente de la historia:
👉 “Vista desde la ventana de Le Gras.”
Esta imagen requirió una exposición de entre ocho horas y varios días y se considera la fotografía más antigua que se conserva.
⚙️ La revolución del daguerrotipo
Louis Daguerre, colaborador de Niépce, desarrolló el daguerrotipo, el primer proceso fotográfico comercialmente viable.
Requería solo unos minutos de exposición y ofrecía imágenes claras y detalladas.
El 2 de agosto de 1839, Daguerre presentó su invento en la Cámara de los Lores de París.
El 19 de agosto, el proceso fue revelado públicamente en la Academia de Ciencias y la Academia de Bellas Artes.
Por su contribución, Daguerre y Niépce recibieron anualidades vitalicias.
📄 Competencia e innovación
Paralelamente, William Henry Fox Talbot en Inglaterra desarrolló el calotipo, un proceso basado en negativos de papel que permitía múltiples copias.
Aunque tuvo menos repercusión inicial, el calotipo marcó el origen del sistema negativo-positivo usado en la fotografía moderna.
🧪 Avances técnicos
En la década de 1850, el proceso de colodión húmedo con placas de vidrio combinó la nitidez del daguerrotipo con la capacidad de reproducción del calotipo.
Más tarde, las películas en rollo facilitaron la fotografía amateur.
A mediados del siglo XX, los avances permitieron obtener fotografías en color y blanco y negro de forma accesible para el público.
💻 La era digital
En la década de 1990, surgieron las cámaras digitales electrónicas, revolucionando la fotografía.
Durante los primeros años del siglo XXI, la fotografía tradicional basada en películas fue desplazada por la tecnología digital.
Con la llegada de los teléfonos inteligentes con cámara, tomar y compartir fotografías se convirtió en una práctica cotidiana y global.
🌍 Conclusión
Desde la cámara oscura hasta los smartphones, la fotografía ha pasado de ser un proceso químico complejo a una herramienta digital inmediata.
Más que un avance técnico, representa una forma de preservar el tiempo, la memoria y la emoción humana.
