Es importante conocer los factores de riesgo que pueden aumentar la probabilidad de desarrollar trombosis. Algunos de ellos incluyen:
Inmovilidad prolongada, como estar sentado durante largos viajes.
Cirugías recientes o lesiones que limitan el movimiento.
Problemas de circulación sanguínea.
Antecedentes familiares de enfermedad tromboembólica.
Obesidad y sedentarismo.
Uso de anticonceptivos hormonales o tratamientos de reemplazo hormonal.
Prevención de la Trombosis
La buena noticia es que existen medidas efectivas que puedes tomar para prevenir la trombosis. Aquí te compartimos algunas recomendaciones:
Moverse regularmente: Si pasas mucho tiempo sentado o de pie, intenta mover las piernas cada hora. Realiza estiramientos y pequeños ejercicios para estimular la circulación.
