Desmolda el jabón y déjalo secar al aire durante 24 horas antes de usarlo.
Puedes guardarlo en un lugar fresco y seco durante uno o dos meses. Para un uso óptimo, evita el contacto prolongado con el agua cuando no lo uses: es mejor guardarlo en una rejilla perforada o en un tendedero.
Beneficios del jabón de aloe vera para la piel.
El jabón de aloe vera casero aprovecha todos los beneficios de este extraordinario ingrediente natural:
Hidratante: El aloe ayuda a retener la humedad en la piel, dejándola suave y tersa.
Calmante: Alivia el enrojecimiento, las quemaduras solares y la irritación, ideal después de la exposición al sol o del afeitado.
Antibacteriano: Ayuda a combatir el acné y las impurezas gracias a sus propiedades purificantes.
Regenerante: Estimula la renovación celular, ayudando a mantener la piel joven y tersa.
Usado con regularidad, este jabón natural puede mejorar el aspecto general de la piel y ayudar a mantenerla sana y protegida.
