Las lunas crecientes en las uñas revelan nuestro estado de salud.

Negro: ¡Cuidado con el peligro! Esto podría indicar intoxicación por metales pesados, una señal de alerta.
Entonces, ¿qué debes hacer?
Revisa tus uñas como si revisaras tu clima interno. Un pequeño cambio puede ser suficiente para provocar una visita rutinaria al médico. Pero sobre todo, no te asustes: nuestras manos, como barómetros, nos guían. Solo hay que saber leerlas…
Cuando las lúnulas ocupan espacio (más de un tercio de la uña), puede ser algo bueno o malo.

En los deportistas, suelen ser más anchas, señal de un metabolismo activo. Pero en personas sedentarias, puede indicar presión arterial inestable o trastornos del ritmo cardíaco. Es como si las uñas te mostraran si soportan bien la presión… o no.

Lúnulas muy pequeñas: ¿batería agotada? La
ausencia de lúnulas o muy pequeñas suele indicar que el cuerpo está en ralentí.

Presión arterial baja, fatiga persistente, deficiencias de hierro o vitamina B12…
Si se desvían de la base de la uña y presentan estrías, pueden indicar riesgo de diabetes.
Imagina un motor que se cala en cada semáforo en rojo: es tu cuerpo pidiendo a gritos combustible.