Un estudio de 2013 publicado en Nutrition Journal descubrió que las personas que agregaron medio aguacate a su almuerzo se sintieron un 23% más satisfechas y tuvieron un 28% menos de deseo de comer durante las siguientes cinco horas.
Si bien los aguacates tienen calorías, en realidad pueden ayudarte a comer menos en general.
3. Se trata de porciones, no de prohibiciones
Como con cualquier alimento, la clave está en el equilibrio. ¿Comer tres aguacates al día? Es demasiado.
Pero entre ¼ y ½ aguacate al día encaja perfectamente en la mayoría de los planes de alimentación saludables.
Piensa en el aguacate como un sustituto de las grasas menos saludables, no como un añadido.
Úntalo en tostadas en lugar de mantequilla, añádelo a ensaladas en lugar de aderezos cremosos o úsalo en batidos en lugar de crema.
Los pequeños cambios hacen una gran diferencia.
4. Los aguacates aportan más que solo grasa
Más allá del control de peso, los aguacates están cargados de nutrientes que tu cuerpo ama:
Potasio (¡más que los plátanos!) — ayuda a controlar la presión arterial.
Vitamina E: favorece la salud de la piel y de las células.
Folato y vitaminas B: aumentan la energía y el metabolismo.
Antioxidantes como la luteína: excelentes para la salud ocular y cerebral.
