El juicio que se convierte en tragedia
Dos años después, el caso llegó a juicio. En la sala del tribunal, Marianne Bachmeier, la madre de Anna, escuchó los detalles del crimen. Abrumada por el dolor, sacó repentinamente una pistola y disparó siete veces. Seis de los disparos alcanzaron a Grabowski, quien murió instantáneamente ante la mirada de los jueces, abogados y periodistas presentes.
El caos se desató de inmediato en la sala. La madre no intentó escapar. Se dejó arrestar, inmóvil, con la mirada perdida. Los medios alemanes la apodaron de inmediato la “madre vengativa”.
Una Alemania dividida
Desde el principio, el país estuvo dividido. Para algunos, Marianne personificaba el dolor de una madre privada de justicia que buscaba vengar a su hija. Para otros, abrió la peligrosa puerta a la justicia por mano propia. El debate se convirtió en un asunto nacional.
