Tips y consejos generales
Para un puré más cremoso, usá leche caliente al incorporarla.
Podés hacer la versión más ligera reemplazando la manteca por aceite de oliva.
Para lograr un gratinado más crocante, mezclá pan rallado con queso rallado antes de espolvorear.
Siempre dejá reposar el pastel unos minutos antes de servirlo, así las capas se asientan.
Podés preparar cualquiera de estas versiones y guardarlas en la heladera hasta 3 días.
Si querés congelar, lo ideal es hacerlo antes del gratinado final.
Así, cada receta conserva la esencia del pastel de papa, pero con un giro distinto para adaptarse a todos los gustos: desde el clásico de siempre hasta opciones más innovadoras.
