Remedios caseros: qué funciona… y qué no
Aceite esencial de árbol de té.
Ampliamente utilizado en aromaterapia, posee propiedades limpiadoras. Aplique unas gotas en un algodón, ajústelo con una venda sobre el crecimiento y déjelo actuar durante 10 minutos, 2 o 3 veces al día. Los resultados pueden aparecer en pocos días o semanas. Evite su uso en zonas sensibles, como los párpados.
Vinagre de sidra de manzana:
Humedezca un algodón y aplíquelo en la zona afectada durante 10 minutos dos veces al día. Puede resecar el crecimiento, pero tenga cuidado con la piel sensible: el vinagre puede causar irritación o quemaduras leves. No lo aplique sobre piel agrietada.
Jengibre fresco
: El jengibre, un agente antibacteriano natural, también tiene propiedades secantes y estimulantes. Corte una rodaja fina de raíz de jengibre fresco y frote suavemente la zona afectada durante un minuto. Repita la aplicación dos o tres veces al día. Con el tiempo, el jengibre puede ayudar a que la zona afectada se seque gradualmente. Este método es sencillo y no presenta riesgo de irritación grave, pero requiere un uso regular.
