El paso del tiempo, simplemente…
Con la edad, algunas hormonas que ayudan a los músculos (como el IGF-1 o la hormona del crecimiento) disminuyen. La recuperación muscular es más lenta, la absorción de nutrientes se vuelve menos eficiente… en resumen, el cuerpo se debilita.
Hábitos poco beneficiosos para los músculos
Pequeños hábitos que debilitan los músculos incluyen saltarse comidas, evitar las proteínas, no hacer suficiente ejercicio y pasar demasiado tiempo sentado o inactivo. La inactividad es incluso el principal factor de riesgo. Y no olvidemos la deficiencia de vitamina D, muy extendida en Francia y que afecta al tono muscular.
Algunas enfermedades silenciosas.
La diabetes, los trastornos tiroideos, la inflamación crónica e incluso las enfermedades neurológicas pueden agravar la pérdida muscular, a veces sin síntomas evidentes.
