Tarta de Queso sin Hornear de Melocotón y Nata

Con cuidado, incorpora la nata montada a la mezcla, haciendo movimientos envolventes para evitar que se baje.

3. Incorporar los melocotones:

Pela y corta los melocotones en trozos pequeños, reservando algunos para la decoración final.

Incorpora los melocotones troceados al relleno de queso y nata. Si deseas, puedes triturar una parte de los melocotones para crear un puré suave que le dará un toque más intenso de sabor.

4. Montar la tarta:

Vierte el relleno sobre la base de galletas ya enfriada, extendiéndolo bien con una espátula.

Deja reposar la tarta en la nevera durante al menos 4 horas, o mejor aún, toda la noche, para que tome consistencia.

5. Decoración y toque final:

Decora la tarta con los melocotones restantes, cortados en láminas finas o en trozos.

Si lo prefieres, puedes calentar un poco de mermelada de melocotón y verterla sobre la tarta como cobertura brillante. Esto le dará un toque extra de sabor y presentación.

6. Servir:

Una vez que la tarta haya reposado y tomado la textura deseada, ¡está lista para disfrutar! Córtala en porciones y acompáñala con una infusión o una bebida fría.

Consejos
Puedes variar la fruta de la tarta y utilizar otras como fresas, frambuesas o ciruelas, siempre manteniendo el mismo procedimiento.
Si deseas una base más crujiente, puedes añadir frutos secos triturados a las galletas, como almendras o nueces.
Si prefieres una tarta sin azúcar refinado, puedes sustituir el azúcar por miel o sirope de agave, ajustando las cantidades a tu gusto.
Conclusión
La tarta de queso sin hornear de melocotón y nata es un postre fácil de preparar, muy refrescante y delicioso. Es ideal para ocasiones especiales o para disfrutar en cualquier momento del día, especialmente cuando hace calor. Su textura cremosa y su sabor afrutado la convierten en una opción perfecta para sorprender a tus invitados o mimarte a ti mismo con algo dulce.