Conclusión
El té de pelo de maíz es uno de esos tesoros escondidos que demuestran que muchas veces tiramos a la basura ingredientes con gran potencial para la salud. Utilizado con moderación y responsabilidad, puede ayudar a apoyar la función renal, favorecer la eliminación de líquidos, mejorar la digestión y contribuir al equilibrio general del organismo.
Sin embargo, no es una cura milagrosa ni reemplaza la medicación recetada. Lo ideal es integrarlo como complemento dentro de un estilo de vida saludable: buena alimentación, hidratación adecuada, movimiento diario y revisiones médicas regulares.
La próxima vez que peles una mazorca, quizá mires esos “hilos dorados” con otros ojos: pueden ser el inicio de tu nueva bebida saludable.
