Consejos:
Es importante que el aceite no esté demasiado caliente para evitar que se quemen por fuera y queden crudos por dentro.

Si querés un sabor más intenso, podés añadir ralladura de limón o naranja a la masa.

Para una versión más aireada, se puede reemplazar parte de la leche por un chorrito de soda.

Se conservan muy bien en un recipiente cerrado, aunque lo ideal es disfrutarlas recién hechas.

Acompañan perfectamente un mate, un café o una taza de chocolate caliente en invierno.

Si preferís una versión más crocante, estirá la masa un poco más fina antes de cortarla.

Estas tiras dulces fritas son una receta sencilla que conquista a todos.

Perfectas para compartir en la merienda o como tentación casera en cualquier momento del día.