Caliente la nata.
En una cacerola pequeña, caliente la nata fresca a fuego lento hasta que esté a punto de hervir.
Añada el café instantáneo (o expreso) y remueva bien hasta que se disuelva por completo.
Añada el chocolate.
Vierta la crema caliente sobre el chocolate picado.
Déjela reposar de 1 a 2 minutos y luego remueva suavemente hasta obtener una mezcla suave y cremosa.
Añada la mantequilla.
Añade la mantequilla a temperatura ambiente y remueve hasta que se funda por completo con la crema de chocolate.
Enfría la mezcla.
Cubre el recipiente con film transparente y refrigera durante al menos 2-3 horas, hasta que la mezcla esté lo suficientemente firme como para darle forma.
