Una mujer de 54 años falleció de un ataque al corazón en plena noche.

2. Bebidas alcohólicas.

Incluso en pequeñas cantidades, el alcohol puede alterar el ritmo cardíaco normal (por ejemplo, fibrilación auricular) y dificultar el sueño profundo.
El consumo excesivo de alcohol por la noche supone un esfuerzo adicional para el sistema cardiovascular y puede provocar un infarto en personas susceptibles.
Riesgos:
El consumo crónico aumenta la probabilidad de sufrir daños a largo plazo en el corazón y otros órganos vitales.