Vaselina y limón: ¡una combinación milagrosa! No te creerás el increíble resultado.

Coloca una cantidad muy pequeña de la mezcla (menos de un gramo) en cada lado de los vasos.
Limpiar suavemente con un algodón realizando movimientos circulares.
Para finalizar, pula cuidadosamente con un paño de microfibra.
La pasta de dientes, gracias a su suave poder abrasivo, pule delicadamente, mientras que la vaselina deja una capa protectora. El resultado: lentes brillantes, menos propensas al empañamiento y mejor protegidas contra microarañazos.

¡Basta de chirridos irritantes!

La vaselina no solo sirve para tratamientos de belleza; también es una valiosa aliada para la limpieza del hogar. ¿Un cajón atascado o una puerta que rechina? La solución es sencilla:

Aplique una pequeña cantidad de vaselina a los rieles o bisagras.
Realice unos cuantos movimientos de vaivén para distribuir el producto de manera uniforme.
El chirrido desaparece como por arte de magia y los mecanismos vuelven a funcionar con suavidad. Un truco ingenioso para evitar reparaciones costosas.