¿Y si un simple vaso en ayunas te quitara el colesterol, los picos de azúcar y la panza hinchada?

8. Adiós a los picos de azúcar que te dan hambre a las 10:30 a.m.
La fibra soluble forma un gel en el estómago que hace que los carbohidratos se absorban despacito. Índice glucémico más bajo = energía constante y cero antojo de donas a media mañana.

7. Desayunos sin hinchazón ni gases
Ese mismo gel (mucílago) recubre el estómago y el intestino como si fuera un abrazo cálido. Adiós acidez, adiós retortijones, hola evacuaciones puntuales como reloj suizo.

6. Saciedad brutal con solo 200 ml
Un vaso te mantiene lleno 4-5 horas fácil. La combinación fibra + proteína de la avena le dice a la ghrelina (la hormona del hambre) que se vaya a volar.

5. Piel de 10 años menos sin cremas caras
Las avenantramidas son antioxidantes exclusivos de la avena que neutralizan radicales libres hasta 40% más potente que la vitamina E. Tu cutis lo va a agradecer.