1. Beber muy poca agua
El agua es el combustible del que dependen los riñones. Sin suficiente hidratación, no pueden eliminar adecuadamente las toxinas y los desechos.
Por qué es importante
La deshidratación crónica aumenta el riesgo de cálculos renales e infecciones .
Cuando bebes muy poco, los riñones trabajan más de lo necesario, lo que produce un desgaste a largo plazo.
Consejo saludable
Intenta beber de 7 a 8 vasos de agua al día , a menos que tu médico te sugiera lo contrario. Si vives en un clima cálido o haces ejercicio con regularidad, podrías necesitar más. Presta atención a tu cuerpo: la sed, la boca seca y la orina oscura son señales de que necesitas hidratarte.
