Albóndigas de Calabacín: Crujientes por fuera, tiernas por dentro: ¡Un plato delicioso y saludable!

Comienza rallando el calabacín con un rallador grueso. Después de rallarlo, usa un paño limpio o una estameña y exprime bien el calabacín para eliminar el exceso de agua. Este paso es esencial para evitar que las albóndigas se ablanden demasiado durante la cocción.

2. Mezclar los ingredientes🥚

En un tazón grande, combine el calabacín bien escurrido con los huevos, el queso parmesano rallado, el pan rallado, el ajo picado (si lo desea) y el perejil picado. Sazone con sal y pimienta al gusto. Mezcle bien hasta obtener una mezcla homogénea.

3. Formar las albóndigas🍽️

Con las manos ligeramente húmedas, toma pequeñas porciones de masa y forma bolitas del tamaño deseado (de unos 3-4 cm de diámetro). Reboza cada bolita en pan rallado para crear una corteza crujiente mientras se cocina. También puedes darles forma de bolitas un poco más planas, si lo prefieres.

4. Cocinar: Freír u hornear🍳

Para freír: Calienta abundante aceite en una sartén grande a fuego medio-alto. Una vez caliente, fríe las albóndigas de 2 a 3 minutos por cada lado, hasta que estén doradas y crujientes. Una vez listas, retíralas y colócalas en un plato con papel absorbente para escurrir el exceso de aceite.