Alergia o Sarna: Cómo diferenciarlas y por qué no son lo mismo

malestar se hace más evidente y difícil de tolerar. Esto puede relacionarse con factores como el aumento natural del calor corporal, el ambiente cálido de la cama o la ausencia de distracciones externas, lo que hace que el cerebro perciba el picor con mayor claridad. También influye que el reposo prolongado permite sentir más de cerca las sensaciones en la piel.

El comportamiento del ácaro hembra es clave para entender esta reacción: cuando entra en contacto con la piel humana, excava pequeños surcos en la capa más superficial. Mientras avanza, deja huevos y residuos, que son los responsables de desencadenar la respuesta del sistema inmunológico. Es esta reacción defensiva la que provoca el picor tan característico, y no el avance del ácaro en sí.

La sarna se transmite principalmente a través del contacto directo y prolongado con una persona infestada. Actividades cotidianas como dormir en la misma cama, abrazar con frecuencia o compartir espacios cerrados durante mucho tiempo pueden facilitar el contagio. Aunque en menor medida, también puede adquirir­se al utilizar prendas, toallas o ropa de cama que hayan estado en contacto con la piel afectada.

Cuando en un hogar se confirma un diagnóstico de escabiosis, no basta con tratar únicamente a la persona afectada. Los profesionales de la salud suelen recomendar que todas las personas convivientes sigan las indicaciones médicas, ya que es la única forma de evitar que el ácaro continúe circulando entre los miembros del hogar.