Azúcar en sangre: Esta fruta de verano que tanto nos gusta eleva los niveles de azúcar en sangre más rápido que el azúcar puro.

Evite comerla en ayunas: el estómago vacío acentúa el efecto de “pico exprés”.
Combínela con una fuente de proteínas o grasas buenas: un yogur natural, unas almendras, una cucharada de requesón.
Modere la ingesta: de 100 a 150 g es más que suficiente para refrescarse sin excederse.
Elija la sandía al final de la comida, no como un tentempié aislado.
Alterne con frutas de bajo IG: kiwi, manzana, frambuesa, naranja… para variar los placeres con suavidad.
Qué recordar.