Calambres nocturnos: ¿por qué ocurren y cómo evitarlos de forma natural?

Hidratación insuficiente: No beber suficiente agua durante el día altera el equilibrio de minerales esenciales (magnesio, potasio, calcio), cruciales para la correcta relajación muscular.
Sedentarismo: Pasar los días sentado con las piernas cruzadas o sin moverse favorece la rigidez muscular. ¡Al final, tus músculos se resentirán!
Actividad física mal preparada: Hacer ejercicio sin calentar ni estirar provoca fatiga muscular que puede manifestarse por la noche.
Posturas inadecuadas al dormir: Dormir con los pies hacia abajo (como una bailarina de ballet) acorta los músculos de la pantorrilla y puede causar calambres a las 3 de la madrugada.
Cambios relacionados con la edad: Después de los 50 años, los músculos pierden tono gradualmente, lo que favorece la aparición de calambres.