Lavar bien las patatas y cocerlas enteras, con piel, en abundante agua con sal durante unos 25 a 30 minutos o hasta que estén tiernas al pincharlas. Cocinarlas con la piel ayuda a evitar que absorban demasiada agua.
Preparar el puré:
Escurrir las patatas y pelarlas en caliente, manipulándolas con cuidado para no quemarse. Pasarlas por un pasapurés o machacarlas con un tenedor hasta obtener una textura fina, sin grumos. Dejar entibiar antes de continuar, permitiendo que parte de la humedad se evapore.
Formar la masa:
Sobre una superficie limpia, formar un volcán con el puré tibio. Incorporar las yemas en el centro, añadir la sal y la nuez moscada, y comenzar a mezclar. Añadir gradualmente la harina mientras se integra la mezcla, trabajando la masa con las manos hasta que se vuelva suave y apenas pegajosa. Es importante no amasar demasiado para que los ñoquis no se endurezcan.
