1 taza de agua.
Jugo de medio limón (opcional).
1 cucharadita de miel (opcional).
Preparación:
Pela y corta el jengibre en rodajas finas o rállalo.
En una olla pequeña, hierve el agua.
Una vez que el agua esté hirviendo, agrega el jengibre y reduce el fuego.
Deja que hierva a fuego lento durante 10-15 minutos para que el jengibre libere todos sus compuestos.
Cuela el líquido en una taza.
Si lo deseas, añade el jugo de limón y la miel para mejorar el sabor y aumentar sus propiedades.
Dosis: Puedes tomar 2 o 3 tazas de este té al día, especialmente después de las comidas si es para la digestión, o a lo largo del día si es para el resfriado.
Contraindicaciones y Precauciones
Aunque el jengibre es seguro para la mayoría de las personas, hay ciertas situaciones en las que su consumo debe ser moderado o evitado.
