Mujeres embarazadas
El embarazo es otro factor de riesgo importante. Las mujeres embarazadas reportan calambres frecuentes en las piernas, especialmente durante el segundo y tercer trimestre. La causa exacta no se comprende completamente, pero muchos factores influyen. El aumento de peso incrementa la presión sobre los músculos y las venas de las piernas. Los cambios hormonales afectan la forma en que el cuerpo procesa los líquidos y electrolitos, lo que provoca un desequilibrio de magnesio, calcio o potasio. Además, los cambios en el flujo sanguíneo durante el embarazo pueden aumentar la susceptibilidad de los músculos a los calambres. Para muchas mujeres, estos calambres nocturnos son una de las alteraciones del sueño más desagradables durante el embarazo.
Atletas y personas físicamente activas
Puede sonar extraño, pero incluso las personas con excelente salud, como los atletas, son muy susceptibles a los calambres nocturnos. El entrenamiento intenso, el esfuerzo prolongado o la recuperación insuficiente pueden dejar los músculos cansados y deshidratados. Cuando se pierden líquidos y electrolitos a través del sudor, las probabilidades de sufrir calambres aumentan drásticamente. Los atletas que se esfuerzan sin un estiramiento e hidratación adecuados a menudo se despiertan en mitad de la noche con calambres dolorosos en las pantorrillas o los pies.
